Guaidó Llama A Manifestarse Para Recobrar Independencia

5 de julio dia de la independencia de venezuela

Transcurrieron diez años, en los cuales los republicanos aseguraron su determinante victoria, y aún de esta manera Joaquín no llegó a acreditar sus servicios ni cuestionó su nuevo estado de servidumbre, inclusive cuando su antigua quiere lo vendió de nuevo por cien pesos al sr. No obstante, en el momento en que brotó otra intención de venta a inicios de 1830, Joaquín se dirigió al procurador general de la villa para realizar constar sus servicios y poder la libertad que se encontraba asentada en decretos republicanos desde 1816. Mientras el movimiento patriota se desvaneció en las disputas de sus principales en general, Joaquín, acompañado de otro soldado llamado Reyes Laya, regresó al puerto de La Guaira después de tres años de ausencia. Tres meses tras la victoria republicana en Carabobo, el 5 de octubre de 1821, José Ambrosio se embarcó en La Guaira en la polacra Constantinopla con destino a Novedosa Granada, como parte de las últimas tropas que se incorporaron al asedio predeterminado por el almirante José Prudencio Padilla al gobernador de Cartagena de Indias, brigadier Torres y Velasco. No conocemos si José Ambrosio llegó a tiempo a Cartagena para ser partícipe del cerco, ya que 5 días más tarde la resistencia de la ciudad se rindió tras haber soportado un año y tres meses del bloqueo iniciado el 14 de julio de ese año.

En temas de transporte marítimo, los españoles propusieron que dentro de los primeros tres meses de suscrita la capitulación todo buque, tanto de guerra como mercante, que entrara al puerto pensando que éste aún dependía de la nación de españa, no podía ser molestado; al revés, sería protegido. Poquísimo compresivo se apreció al prominente oficial republicano con relación a este punto, pues limitó ese rango de tiempo a solo quince días, tras lo que la embarcación sería requisada. Esta invitación fue conducida por un edecán del general Páez, quien luego de acercarse a la plaza y anunciar su misión, fue abordado por militares españoles que lo notificaron con la respuesta breve de haberse recibido urgentes órdenes superiores de no recibir ninguna comunicación del gobierno republicano.

Elección De La Junta De Gobierno 2021

Leer mas sobre equipo de proteccion personal aqui.

Tras la caída de esta plaza el general republicano Francisco Miranda no tuvo mucho más antídoto que capitular en San Mateo el 25 de julio acabando de este modo la primera etapa republicana en Venezuela. Al final, los esclavos estuvieron en la guerra de manera visible, vimos individuos que un lustro atrás en sus trabajos de campo o de casa no se imaginaron recorrer miles de km a tierras ignotas como las de Nueva Granada, ni mucho menos la posibilidad de atisbar la interacción en calidad de iguales que lograron con hombres que podían ser sus propietarios. Su presencia fue temida, no existe duda; pero este movimiento esclavo no se aventuró más allá de la obtención de la independencia individual.

Leer mas sobre dentistas y ortodoncias en argentina aqui.

Ante esta circunstancia desfavorable, el comandante republicano retiró sus ofertas y prometió intervenir como intercesor frente al gobernador del Departamento de Venezuela para implorar que se suspendiese la ejecución de dicha ley, mientras se solicitaba al alto gobierno limitar los alcances únicamente a los desafectos que fuesen fundamento de peligro para la seguridad pública. Una de ellas consistió en mandar un oficio a don Jacinto Iztueta, uno de los hombres más influyentes de la plaza, quien había pasado de ser furibundo seguidor de la bandera monárquica a ser un defensor de la causa independiente. Páez estaba convencido de que la rendición de Maracaibo había sido “un golpe mortal para el enemigo” y por ello creía firmemente en la necesidad de concentrar todos los elementos militares para propinarle a esos refugios españoles de Puerto Pelo “un golpe de mano”. La debilidad en que se encontraba este puerto le hacía presagiar con optimismo que podría alcanzar el éxito militar de manera simple y rápida. Entre las secuelas de esta presión sucedió el 28 de octubre de 1822 en el momento en que el capitán Raimundo Cobo Montero, comandante español del fuerte de La Vigía de Puerto Cabello defendido por 25 hombres, se sintió asediado y sin posibilidades de reacción ofensiva frente lo que ha propuesto al general Páez una capitulación.

5 de julio dia de la independencia de venezuela

Lea mas sobre carta de recomendacion aqui.

Un resultado de este miedo fue el decreto dictado el 4 de julio en el que se decidió despedir a los americanos y españoles que se consideraban peligrosos por su simpatía con la bandera independentista. Considerablemente más moderada y reflexiva fue la posición asumida por el vicepresidente Santander, quien a fin de cuentas era el de forma directa encargado de la financiación de la guerra en todo el territorio de la República de Colombia. A finales de agosto, este prominente funcionario le aconsejó al general Páez que demandara la rendición de Puerto Cabello apoyándose en el capítulo primero de las capitulaciones pactadas en Maracaibo y que evaluara con la alta comandancia militar de Venezuela las posibilidades reales de conseguir el éxito por la vía militar. Incluso, Santander había planeado tramitar con los agentes diplomáticos en Estados Unidos la compra de una fragata y 12 cañones con recursos del empréstito que se se encontraba gestionando en Europa, aparte de lo cual se habían adelantado gestiones con el gobierno de Chile para el suministro de embarcaciones.

Se negó a admitir la proposición aduciendo que el culpable de los males de la guerra no eran quienes defendían la plaza, sino los republicanos y su incesante ánimo belicoso y provocador. Calzada insistió en salvaguardar la plaza hasta el último aliento y lanzó un llamado a Páez para que meditara muy bien la resolución que podía ser vista por otras naciones como una flagrante violación al derecho de gentes por la gran mortandad que podía generar. Ese mismo día respondió Calzada aduciendo que resultaban en vano los argumentos esgrimidos por Páez y que la ostentación del poderío de sus fuerzas eran una exageración. Calzada devolvió la carta adjunta que Páez había dirigido al cabildo, haciéndole comprender que solo debía entenderse de forma directa con la autoridad militar y con ninguna otra. Fue, en honor a la verdad, un proceso largo y complicado, pues antes que se cristalizara el acuerdo final fueron precisos mucho más de tres intentos de diálogo por parte de Páez y se cruzaron mucho más de 15 cartas repletas de vacilaciones, recriminaciones mutuas y situaciones radicales. No es difícil entender la obstinación de aquellos militares españoles que tras múltiples años de lucha no deseaban ver vulnerado su orgullo al dar este último bastión de la monarquía.

• En su exposición de fundamentos, Páez reiteró los traumatismos que aquellas normas podían ocasionar en los avances logrados en su propósito central de conseguir la rendición del único puerto que hacía falta para poseer íntegro el territorio venezolano.
• Así, solicitó al gobierno que el ciervo sea comprendido en esta resolución, y que los amos sean enterados de su causa y se les cancele el precio de la libertad que había logrado meritoriamente.

Después de esta toma los sitiadores dominaron todas las posiciones y pudieron adelantar sus trincheras ocasionando mucho más daño a los que defendían la plaza. Al darse cuenta de estas pretenciones el general Bolívar solicitó al vicepresidente Santander que los recibiera en calidad de jefe del gobierno ejecutivo, como lo contemplaba la recientemente difundida Constitución de la República. Esto le dejaría a Bolívar concentrarse en la guerra del Sur y le daría mayores posibilidades de comprender primero cuál era realmente la voluntad de paz que se revivía en Venezuela como buen antecedente para los ofrecimientos conciliadores que había elaborado hacía poco tiempo al presidente de Quito, don Melchor de Aymerich.

Un año tardó en revisar sus servicios, y doce días tras el fallo conveniente a su solicitud, José Ambrosio pidió copia de la sentencia a fin de que le sirviese como carta de libertad, previendo que no volvieran a dudar de su naturaleza de hombre libre y lo redujesen nuevamente inmerecidamente a la condición de ciervo. Anastasio se incorporó al ejército en 1816 tras ver desfilar por las estrechas calles de Choroní a los seiscientos sobrevivientes patriotas del combate de Los Aguacates llevado a cabo el 14 de julio de 1816. El general de división escocés Gregor Macgregor y el coronel Carlos Soublette encabezaron esta retirada, y a su paso trataron de reunir tropas ratificando el decreto de independencia emitido por el Libertador a su llegada a Carúpano en el mes de junio. Anastasio, seducido por esta propuesta, se enlistó inmediatamente y partió de Choroní bajo las órdenes del comandante del «batallón Barlovento» Francisco Piñango. Bajo su dirección participó en las cruentas acciones del 2 de agosto en Quebrada Honda, donde se logró repeler al coronel verdadera Juan Nepomuceno Quero y sus quinientos hombres.

Un territorio sempiternamente inhabitado y ligado de Santa Fe de Bogotá, a través de la zona cruzada por el río Misión y su afluente el Casanare, y colindante con las pertenencias del Reino Unido, hoy la República Cooperativa de Guyana. En Angostura, capital de la provincia de Guayana, la Junta de peninsulares y criollos que el 11 de mayo de 1810 había depuesto al gobernador, fue sustituida por otra que juró fidelidad a la Regencia. Cumaná y Margarita, provincias de arraigada tradición, respondieron prontamente a la convidación cursada por la Suprema de Caracas y acataron su autoridad. La primera convocó a la junta extraordinaria del cabildo oficiada el 26 de abril de 1810, a objeto de discutir los últimos hechos y prometer adhesión y obediencia al Rey. Con la política emanada de Caracas se intentó supervisar políticamente a las restantes provincias, si bien desafiando justificadas fuerzas regionales que, en mayor o menor medida, pretendían se les reconociera su respectiva identidad.

5 de julio dia de la independencia de venezuela